Yo soy una más que se suma a escribir del tema del día. Hoy, bueno, ayer empezó a nevar. Os puedo contar lo mismo que todo el mundo pero de forma más personal. Y es que ayer estuvimos en casa de unos amigos.
Por la tarde había quedado y resulta que no iba a poder ir y les iba a dar plantón. Mi rabia infinita decidió explotar y me puse a llamar a dos amigas para desahogar mi enfado. Por la mañana estaba todo seminevado, pero era pelusilla (por decirlo de algún modo). Mientras hacía las llamadas, empecé a oir en la casa en la que estaba, a los amigos gritar por la ventana emocionados: -¡Está nevando!- Mientras tanto, yo seguía enfadada pensando lo bien que se lo iban a pasar mis amigos jugando en la nieve, mientras yo estaba encerrada en una casa con amigos de mis padres.
Al cabo de un rato, mis padres se empezaron a agobiar por la carretera y por si íbamos a poder sacar el coche o no. Decidieron marcharse y volver a casa. Mi rabia infinita desapareció y se convirtió en felicidad. Volví a hacer llamadas, esta vez, para dar buenas noticias y «deschafar» el plan.
Hoy no hay clases y estoy en casa twitteando, en Tuenti, leyendo feeds, en Facebook, escuchando música y posteando felizmente mientras miro por la ventana un cielo azul sin nubes y todo repleto de nieve ¿No es genial?
La única pega es que anoche se nos estropeó la caldera y estoy en casa feliz y contenta pero sin calefacción ni agua caliente. No he bajado al jardín a hacer guerra de bolas de nieve como hice ayer con mis amigos, pero aquí estoy bien abrigada, disfrutando del día. Por la tarde toca peli, palomitas y manta con amigos. No suena nada mal.
Así se veía la calle desde la ventana de mi habitación:
P.D: En realidad creo que la nieve la he provocado yo entre rabia y felicidad a la vez, creo que me debéis una 😛
es o no pa estar contento? 🙂
como dirías tú *feliciano jajaja