La publicidad para ti es un anuncio, para mí es comunicación 360º.
Publicidad no es grabar un spot en una tarde e irte satisfecho a casa, publicidad son meses de duro trabajo para ser capaz de comunicar a la perfección lo que esa marca necesita.
Esta profesión es de las más bellas en cuanto a mundo profesional, de las que más se trabaja, donde más cuenta el esfuerzo y donde más pasión tienes que ponerle. Y lo digo al mismo nivel que el ser médico, policía, bombero, profesor, arquitecto e ingeniero. Comunicación Publicitaria no es menos por ser de letras, ni menos por ser «un anuncio». Tampoco es menos por hacer esa comunicación que todo el mundo esquiva cuando enciende el televisor, ve un vídeo de Youtube u ojea un periódico.
Hacer publicidad es saber comunicar lo que una marca necesita para atraer a sus consumidores y que quieran elegir su marca por las razones que da el anuncio. La profesión publicitaria es más o menos así:
- Una marca que va a una agencia, informa de sus problemas de comunicación o entrega un briefing.
- El departamento de cuentas lo estudia, lo lleva a creatividad y trabaja con todos los departamentos de la agencia para llevar a cabo esa propuesta de campaña.
- Tras varios meses de trabajo por parte de cada departamento, se crea un anuncio, una gráfica, una cuña de radio, una acción de street marketing, lo que sea, se enseña al cliente y cuando están todos de acuerdo, sale a la luz.
Lo que pasa es que la publicidad no es lo mismo que la buena publicidad, ahí hay que matizar. Llamamos publicidad a los anuncios de la radio de Boston Medical Group, a Carglass o a Línea Directa. Enhorabuena, son publicidad. Pero no son buena publicidad. Informan de que existen, para lo que sirve, todo eso en 15 segundos y se van. Nada que ver con una campaña de publicidad exitosa, merecedora de varios premios y si no consigue los premios, al menos es alabada en festivales publicitarios.
Cuando me preguntan qué tal me va la carrera, me emociono, lo cuento con pelos y señales, con una amplia sonrisa en la cara, lo vivo mientras hablo y trato de convencer a la otra persona de que es un mundo maravilloso. No es la primera vez que me pasa, pero cuando termino mi monográfico publicitario me responden «se nota que lo vives», «se te nota en los ojos que le pones pasión a ello», «se nota que estás motivada y disfrutas con tu carrera». Pero vamos a ver ¿cómo no voy a disfrutarlo? si estudiar lo que estudio es lo me está haciendo disfrutar desde que puse un pie en la universidad, ir a clase a que me cuenten cómo comunicar al público lo que una marca necesita, trabajar en ello y que la campaña salga con éxito es una maravilla.
El mundo necesita gente que ame lo que hace. Aún no trabajo, pero cuando tenga que hacerlo estoy segura de que ganas no me van a faltar, ni motivación, ni capacidad de superación. Además, esto debe quedar presente trabajes donde trabajes. Sea en una agencia conocidísima o una más pequeñita. Y no solo en la publicidad, si eres jardinero orgulloso de serlo, también debes verlo así.
Como nos contó Rafa Fortis hace un par de semanas en una masterclass que tuvimos con él, «nosotros tenemos la suerte de poder tener una idea, conseguir que traspase nuestra cabeza y verla hecha», «lo mínimo que podemos hacer es entretener a nuestra gente. Ya que les interrumpimos su vida, al menos vamos a divertirles.»
Las campañas de CocaCola con su lata que se divide en dos, la de la mayonesa Hellmans con la máquina tragaperras que te da recetas y un plato de comida preparado, la búsqueda de Durex por encontrar la ciudad que más actividad sexual tenga, la campaña de Mini para evitar que las mujeres se maquillen al volante y sufran accidentes, bolsas de un centro comercial que te suben la autoestima, los números positivos de Nestlé, el mupi de Fundación ANAR y así podría seguir enumerando buenas campañas de publicidad bastante recientes. Ninguna de esas es un anuncio de televisión que dura unos segundos y pasa al siguiente, hay vida más allá de eso.
Pero ojo, hay anuncios que vemos en televisión que se merecen un 10, por ejemplo, el de Loterías de La Fábrica de los sueños I y II, el de San Miguel de Ciudadanos de un lugar llamado mundo, Summercat de Estrella Damm, el de Vivamos como galegos de GADIS, el conocidísimo ¿Te gusta conducir? de BMW, ¿Y si nos levantamos? de CocaCola son ejemplos de buena publicidad televisiva.
No podéis decir que para hacer esas campañas se han tirado un par de semanas y listo. Todo eso lleva tantísimo detrás… para que luego te digan «ah, ¿haces publicidad? ¿más anuncios?».
Lo que pasa es que la gente es bastante ignorante y desprecia la publicidad diciendo que no le gusta, pero como diría Risto Mejide, «la gente no huye de la publicidad, la gente huye de la mala publicidad».