Viral ¿qué es algo viral? Algo que pasa de pantalla a pantalla en internet, algo que todo el mundo comparte por una razón.
Y esa razón ¿cuál es? ¿Porqué compartimos?
Compartimos porque vemos algo que nos gusta/llama la atención/sorprende/emociona. Es decir, porque ese material que hemos visto nos provoca una reacción, ya sea buena o mala.
Compartimos para que las personas lo vean en sus perfiles de RRSS. Y cuando compartimos para que vean lo mismo que acabamos de ver hace un segundo, lo podemos hacer porque queremos que nuestros lectores piensen que estamos puestos y somos «trendys» o porque nos enteramos de noticias antes que nadie. Y cuando alguien comparte tu contenido diciendo que lo ha visto gracias a ti, reconforta.
Pero más allá de compartir porque nos guste o no ir a la moda, compartimos para que nos conozcan. Es algo así como «dime qué compartes y te diré quién eres«. Cuando compartimos algo lo hacemos también porque nos interesa que sepan qué es lo que nos mueve, lo que nos provoca ciertas sensaciones, lo que nos llega. En función del tipo de intereses y motivaciones que tiene cada uno compartiremos unas cosas u otras.
Esta reflexión deberían hacerla muchas marcas, ya que hoy en día se obsesionan por el fenómeno de lo viral. Van a agencias de comunicación pidiendo «que les hagan un viral» y eso no puede ser así. Lo que tendrían que hacer es pedir un contenido MUY bueno que transmita X emociones para que sus consumidores se sientan identificados y quieran compartirlo.
Más allá de compartir contenido facilón, simple, gracioso, absurdo, también se comparte contenido MUY bueno. Y es ahí donde las marcas deben insistir. Si al compartir un vídeo de una marca, cambias la marca por la competencia y el vídeo sigue diciendo lo mismo, es que la marca ha fracasado y su viral no transmitirá lo que de verdad tenía que decir. Porque cada marca tiene su filosofía y se debe reflejar en el vídeo que nos apetezca viralizar.