Sopa de letras

55d660829a6bb0dde3f317f4c70c5104A mi lado un señor mayor se entretiene haciendo sopas de letras. Buscando palabras. Como si a veces fuera tan fácil expresarse. No te lo voy a preguntar, pero sé que te has visto en la situación de estar pensando en adjetivos para describir algo que sientes, durante un tiempo, y a veces éstos no son suficientes, o no son los correctos, o no dicen todo lo que tenías en mente.

Porque hay cosas que simplemente no puedes explicar. Y eso que hay palabras en el diccionario. Y en cada nueva edición se siguen añadiendo más. Pero simplemente no. Esas no te valen. Ni a ti, ni a mí. Aunque busquemos sinónimos, en ocasiones nos quedamos cortos y jugamos a inventar palabras que tendrán nuestro significado.

Un niño italiano acaba de inventar la palabra «petaloso» para referirse a una flor llena de pétalos y si se propaga su uso la incluirán en el diccionario. Disfrutemos nosotros también de nuestra lengua.


Mientras tanto, una pareja en otro lugar…

– Oye, ven. Vamos a hacer un trato. Calla y besa. Si no te queda claro, te lo vuelvo a repetir, pero no digas nada, luego te lo explico. Si necesitas palabras, ya veremos como lo hacemos, pero ya verás como sobran, me apuesto lo que quieras. Pero ven, de verdad. Tenemos que hablar. Eso sí, no vas a oír ni una sola palabra. Mírame, muy muy cerca.

[…]

– ¿Lo entiendes ahora? ¿O necesitas que lo repita?

Le posó su dedo en los labios. Después lo quitó y acto seguido siguió con su boca. Estaba todo dicho. Hablaban la misma lengua.


El señor acabó de redondear palabras en su sopa de letras. Siguiente página. Otras dos sopas de letras más. Al final del cuadernillo vienen las soluciones, pero éste no ha querido comprobar si las ha encontrado todas. Para él, ese pasatiempo ya está completo.

 

Teoría del color

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«La teoría del color es un grupo de reglas básicas en la mezcla de colores para conseguir el efecto deseado combinando colores de luz o pigmento. La luz blanca se puede producir combinando los colores luces: cian, magenta, amarillo; y mientras que combinando los pigmentos: rojo, verde y azul se produce el color negro.»

Llevaba ropa interior siempre negra. Lo que sólo él sabía es que por dentro estaba siempre llena de color. Y a él le gustaba mezclarse con ella en una composición de tonalidades que sólo ellos entendían. De colores vivos, muy vivos. Como lo estaban por dentro. Explotaban con intensidad. Brillando. Cada vez más. Aunque fuera de noche y una única luz blanca los iluminara, en esa habitación ardieron los colores, hasta llegar al negro. Una noche. Y otra. Y otra… Consiguiendo el efecto deseado del que hablan las teorías, aunque tuvieran la suya propia.

Entre nubes está el recuerdo

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Dicen que los recuerdos que tienes se graban mejor cuando realizas viajes. Momentos, personas, lugares, curiosidades, sabores de una ciudad que hacen que el tiempo que pases en ella sea inolvidable. Estoy segura de que al decir esta frase has elegido el destino de un viaje que hiciste. Esa es la prueba de que lo que vives en un viaje merece ser recordado siempre. Cada vez que despegas, cuando vuelas de vuelta a casa y aterrizas, tu maleta incluye un montón de vivencias que te pertenecen a ti y a la ciudad escogida para vivirlo. Quizás sientas esos nervios llenos de emoción. Que la tripa te haga cosquilleos mientras estás en el avión. Que tengas ganas de vivir más de eso. Que de estos momentos es de lo que está hecha tu vida.

Por eso, para recordar, viaja. Saborea cada plato nuevo. Huélelo todo, desde el café del desayuno, el de especias de tu comida, el del vino nuevo que pruebas, hasta las sábanas limpias cuando te acuestas. Han descubierto que a los enfermos de alzheimer les ayudan a recordar haciéndoles oler esencias de cosas que hayan respirado antes. La música también ayuda a recordar y ha sido usada en estos pacientes. Si puedes escuchar algo especial cuando tengas un ratito sólo para ti durante ese viaje, te invito a hacerlo. Dedícatelo. Porque valdrá la pena que se quede contigo. No sé tú, pero yo tengo recuerdos que quizá habrían pasado desapercibidos si no fuera porque recuerdo la canción que sonaba en ese momento.

Abre los ojos y deja tu corazón dispuesto a sentir, que los cinco sentidos harán que se te quede grabado para siempre.

Usa protector solar

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de SallyFoto

Me enseña mi padre el mensaje de este hit y la verdad es que a mis casi 22 años no podía haber elegido mejor momento para hacerlo.

 

Señores y señoras usen protector solar.

Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.

Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:

Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud.

No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado.

Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad.

No estás tan gordo como imaginas.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle.

Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las 4 de la tarde de un martes cualquiera.

Todos los días haz algo a lo que temas. Canta.

No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos.

Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde.

La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.

Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo).

Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida.

Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los 40.

Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.

Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los 40, quizá no.

Quizá bailes el vals en tu 75 aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.

Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas.

No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás.

Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa.

Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.

Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén.

Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro.

Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño.

Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás.

Vive en Nueva York alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas.

Vive en Los Ángeles alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.

Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás.

Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores.

Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien rico pero, nunca sabrás cuánto durará.

No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas 40 años parecerá el de alguien de 85.

Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia.

Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene.

Pero hazme caso en lo del protector solar.

 

Vaho

cead4b79bd22549cceca98e88d1f8999Esa noche discutieron. Le pilló con la mirada perdida y con los latidos buscando retumbar en todos los rincones de su pecho. Sin haberlo afirmado, inconscientemente sabía que sentía esa palabra a la que muchos temen y no saben como reaccionar cuando llega. Sus dedos dibujaban formas aleatorias en el cristal del coche.

Y entonces dibujó un corazón en el vaho.

-¿Qué haces?
– Nada… Pensar. ¿Porqué lo dices?
– Tu dedo, ese dibujo, lo que significa.
– ¿Y para ti qué es? ¿Qué quieres?
– Más.
– ¿Quién va a ser el que se atreva a decirlo? ¿Quién se la juega abriendo la boca con temor a abrirla demasiado?

Entre trazo y trazo la palabra «más» fue cobrando sentido. Sin saber a dónde iban a ir, tiempo después, se encontraron en el mismo coche, en el mismo vaho, dibujando los mismos dibujos.

Sintiendo. Más.