2012 ha sido un buen año, un año que ha marcado el inicio y el fin de muchas etapas. Ha sido el año donde han empezado aventuras que me guiarán hacia un futuro lleno de cosas por descubrir.

He pasado la barrera que empieza en el colegio y termina en Selectividad. Tras ella, ha sido el año donde he tenido una crisis existencial por no saber qué hacer con mi vida. Al empezar el 2012 sabía que terminaría el año con un camino elegido, ese que me empezará a abrir puertas hacia un futuro laboral. Al final, tras varias opciones, elegí matricularme en Publicidad y ver qué me espera en este apasionante mundo creativo.

Ha sido el año en el que he ido de viaje a tres ciudades. Una a la que siempre he querido ir, Venecia. Otra que probablemente es mi favorita, Nueva York. Finalmente donde estoy ahora, París, donde estuve hace ocho años y hoy puedo recordar los lugares que vi cuando era pequeña.

También ha sido el año en el que he cumplido los 18 y con ellos llegaron las responsabilidades y aprender a ser más independiente. Para celebrarlo, ha sido la primera vez que he podido irme de vacaciones con él. La primera vez que he podido despertarme a su lado día sí y día también. Desde hace tiempo sé que esto funciona y que quiero seguir así. Siempre. Por eso con este año, con la relación que empezó ese 14 de junio de 2010 confío en que durará.

Espero que el 2013 sea igual o incluso mejor que el que hoy termina. Feliz año nuevo, espero que venga cargado de lo mejor para todos.