Estaba mi libro abierto. Tenía una fecha escrita en la parte superior de la página a lápiz. Los números no estaban separados por guiones o barras, pero esa chica intuyó que era una fecha. Le buscaba sentido a los números para hacerlos cuadrar y que saliera la fecha exacta.
-¡Quién lo diría! ¡Qué rápido ha pasado el tiempo! ¿no?
-Dímelo a mí, que se me ha pasado volando.
De unos números sale una historia.
me encanta como comienzo!
puedo plagiarte? xD
Te lo presto 😛